Un sistema de potencia se considera efectivamente aterrizado o firmemente aterrizado cuando los puntos neutrales de un generador, transformador de potencia o transformador de aterrizamiento están directamente conectados a tierra mediante un conductor con resistencia y reactancia despreciables. Para una parte o todo el sistema, se clasifica como firmemente aterrizado bajo las siguientes condiciones: cuando la impedancia de secuencia positiva del sistema es mayor o igual que la resistencia de secuencia cero, y la reactancia de secuencia positiva es al menos tres veces la reactancia de secuencia cero.

Considere un sistema trifásico compuesto por las fases a, b y c, como se muestra en la figura anterior. Cuando ocurre un fallo de línea única a tierra en la fase a, el voltaje de esta fase cae a cero. Mientras tanto, las dos fases restantes, b y c, mantienen sus voltajes previos al fallo, como se ilustra en la figura siguiente. Al ocurrir tal fallo, además de la corriente de carga, la fuente de potencia también suministra la corriente de fallo al punto defectuoso.
En un sistema con neutro firmemente aterrizado, un requisito crucial es que la corriente de fallo a tierra no debe exceder el 80% de la corriente de fallo trifásica. Esta limitación se implementa para asegurar que la corriente de fallo permanezca dentro de niveles seguros, protegiendo así la integridad del sistema eléctrico y minimizando el daño potencial y los riesgos.