La prueba de interruptores de carga para interiores debe abarcar su ciclo de vida completo, centrándose en cuatro aspectos principales: "garantizar un aislamiento confiable, operación mecánica normal, capacidad de conmutación segura y compatibilidad operativa". Las principales categorías de pruebas incluyen:
1. Prueba del rendimiento del aislamiento: Utilice un megóhmetro para medir la resistencia de aislamiento entre fases, de fase a tierra y entre contactos móviles y fijos (≥0,5 MΩ para baja tensión, ≥1000 MΩ para alta tensión). Los interruptores de alta tensión requieren pruebas adicionales de resistencia a la tensión de frecuencia de red (por ejemplo, un interruptor de 10 kV soporta 42 kV durante 1 minuto sin ruptura ni arco).
2. Prueba mecánica y de contacto: Realice 3-5 operaciones de apertura/cierre para verificar que la operación sea fluida, sin atascos, y cumpla con las especificaciones de recorrido. Mida la resistencia de contacto usando un puente de doble brazo DC (≤50 μΩ). Simultáneamente, verifique el par de apriete de los terminales y la continuidad a tierra (resistencia a tierra ≤4 Ω).

3. Monitoreo del estado operativo: Bajo carga, use un termómetro infrarrojo para medir el aumento de temperatura en los terminales y contactos (≤60K, con una diferencia máxima de ≤10K entre fases). Vuelva a medir periódicamente la resistencia de aislamiento (una disminución no mayor al 30% en comparación con los valores iniciales).
4. Prueba de compatibilidad especial: Para interruptores equipados con fusibles, simule un fallo para verificar que el interruptor pueda desconectarse de manera confiable después de que se queme el fusible. En entornos húmedos o con alto contenido de polvo, monitoree la humedad del gabinete y limpie regularmente los componentes aislantes.