El primer transformador del mundo se desarrolló en 1876. Presentaba un diseño muy sencillo y utilizaba el aire como medio de aislamiento. En 1885, ingenieros en Hungría construyeron con éxito el primer transformador moderno con circuito magnético cerrado e insulación de aire, marcando el inicio del rápido desarrollo y la aplicación generalizada de los transformadores. Desde entonces, la industria de los transformadores ha avanzado continuamente hacia voltajes más altos y capacidades mayores.
En 1912, se inventó el transformador sumergido en aceite. Resolvió eficazmente los desafíos del aislamiento de alta tensión y la disipación de calor para unidades de gran capacidad, convirtiéndose rápidamente en el producto dominante en la industria de los transformadores, una posición que mantiene hasta hoy. El medio aislante en los transformadores sumergidos en aceite tradicionales, el aceite mineral de transformador, es crucial tanto para el aislamiento eléctrico como para el enfriamiento. Sin embargo, tiene inconvenientes inherentes: es inflamable e incluso puede explotar, requiere mantenimiento regular y reemplazo, y supone riesgos de contaminación ambiental si se filtra.
Con la expansión de la infraestructura urbana y el aumento de las normas de seguridad, los transformadores sumergidos en aceite ya no eran adecuados para aplicaciones de alta demanda. Esto llevó a la aparición de los transformadores secos aislados con resina epoxi.
En 1965, la empresa T.U. de Alemania fabricó el primer transformador seco aislado con resina epoxi, con bobinados de aluminio encapsulados en una capa exterior de resina epoxi. Esta innovación superó la baja resistencia dieléctrica que había afectado a los transformadores secos aislados con aire anteriores.
La resina epoxi es un material aislante sólido no inflamable. Los transformadores que utilizan esta tecnología ofrecen alta resistencia dieléctrica, seguridad contra incendios (sin riesgo de explosión), mantenimiento mínimo y amigabilidad con el medio ambiente. Estas ventajas impulsaron su rápida adopción en todo el mundo, especialmente en Europa.
En solo tres décadas, los transformadores secos aislados con resina epoxi lograron avances significativos en materiales, diseño y procesos de fabricación, convirtiéndose en una rama vital de la familia de transformadores. Hoy en día, la mayoría de estos transformadores utilizan bobinados de cobre y están vacío colados con resina epoxi de grado de aislamiento F o H.
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El primer transformador del mundo se desarrolló en 1876. Presentaba un diseño muy sencillo y utilizaba el aire como medio de aislamiento. En 1885, ingenieros en Hungría construyeron con éxito el primer transformador moderno con circuito magnético cerrado e insulación de aire, marcando el inicio del rápido desarrollo y la aplicación generalizada de los transformadores. Desde entonces, la industria de los transformadores ha avanzado continuamente hacia voltajes más altos y capacidades mayores. En 1912, se inventó el transformador sumergido en aceite. Resolvió eficazmente los desafíos del aislamiento de alta tensión y la disipación de calor para unidades de gran capacidad, convirtiéndose rápidamente en el producto dominante en la industria de los transformadores, una posición que mantiene hasta hoy. El medio aislante en los transformadores sumergidos en aceite tradicionales, el aceite mineral de transformador, es crucial tanto para el aislamiento eléctrico como para el enfriamiento. Sin embargo, tiene inconvenientes inherentes: es inflamable e incluso puede explotar, requiere mantenimiento regular y reemplazo, y supone riesgos de contaminación ambiental si se filtra. Con la expansión de la infraestructura urbana y el aumento de las normas de seguridad, los transformadores sumergidos en aceite ya no eran adecuados para aplicaciones de alta demanda. Esto llevó a la aparición de los transformadores secos aislados con resina epoxi. En 1965, la empresa T.U. de Alemania fabricó el primer transformador seco aislado con resina epoxi, con bobinados de aluminio encapsulados en una capa exterior de resina epoxi. Esta innovación superó la baja resistencia dieléctrica que había afectado a los transformadores secos aislados con aire anteriores. La resina epoxi es un material aislante sólido no inflamable. Los transformadores que utilizan esta tecnología ofrecen alta resistencia dieléctrica, seguridad contra incendios (sin riesgo de explosión), mantenimiento mínimo y amigabilidad con el medio ambiente. Estas ventajas impulsaron su rápida adopción en todo el mundo, especialmente en Europa. En solo tres décadas, los transformadores secos aislados con resina epoxi lograron avances significativos en materiales, diseño y procesos de fabricación, convirtiéndose en una rama vital de la familia de transformadores. Hoy en día, la mayoría de estos transformadores utilizan bobinados de cobre y están vacío colados con resina epoxi de grado de aislamiento F o H. Se han logrado avances continuos en la reducción de pérdidas, la disminución de los niveles de ruido, el aumento de la confiabilidad y la capacidad unitaria. Los transformadores secos aislados con resina epoxi ahora se utilizan ampliamente en edificios urbanos, sistemas de transporte, instalaciones de energía, plantas químicas y muchos otros entornos. Para satisfacer diversas exigencias técnicas, han evolucionado aún más en diversos tipos, incluyendo transformadores de distribución, transformadores de potencia, transformadores de aislamiento, transformadores rectificadores, transformadores de horno eléctrico, transformadores de excitación y transformadores rectificadores de tracción. China introdujo la tecnología de fabricación de transformadores secos aislados con resina epoxi en la década de 1970, pero el desarrollo y la aplicación avanzaron lentamente. No fue hasta finales de los años 80 y principios de los 90, impulsados por la importación de tecnologías de producción avanzadas y el rápido crecimiento económico nacional, que los transformadores secos ganaron una adopción generalizada. Los fabricantes nacionales pasaron de la asimilación de la tecnología a la innovación independiente, alcanzando finalmente estándares internacionales avanzados. Hoy en día, China lidera el mundo en volumen de producción de transformadores secos, con numerosos fabricantes nacionales alcanzando competitividad global en términos de calidad de productos y capacidades de I+D. "Más seguro, limpio y eficiente" se ha convertido en una parte esencial de la vida moderna, y la aparición y evolución de los transformadores secos aislados con resina epoxi reflejan perfectamente esta demanda. Su desarrollo continuo sigue alineándose con las expectativas en constante aumento de la sociedad en cuanto a seguridad, sostenibilidad y rendimiento.