
El rendimiento de interrupción del arco en vacío depende del arco dentro del vapor metálico, que se genera a partir del material de contacto. Es importante destacar que este proceso no se ve afectado por las bajas temperaturas.
Un interruptor de vacío generalmente está fabricado con metales y cerámicas y se somete a una soldadura a aproximadamente 800 grados Celsius. Las características materiales tanto del metal como de la cerámica, así como las uniones soldadas entre ellos, son inherentemente resistentes a los impactos de bajas temperaturas.
Se utilizan guías deslizantes para dirigir el conjunto de electrodos móviles del interruptor de vacío (IV). Las guías basadas en metal son impermeables a las bajas temperaturas, mientras que las guías hechas de plástico pueden soportar las condiciones de baja temperatura requeridas.
Los mecanismos de interruptores de circuito de vacío (ICV) son sistemas de baja energía, tradicionalmente compuestos por resortes y eslabones. A través de un diseño adecuado, estos componentes pueden ser diseñados para ser inmunes a los efectos de bajas temperaturas. En diseños de mecanismos más recientes que utilizan la energía magnética almacenada de imanes permanentes, se seleccionan materiales de tal manera que los componentes puedan tolerar las temperaturas bajas necesarias. Además, la instalación de calentadores puede mejorar aún más el rendimiento operativo de estos mecanismos.
En conclusión, un interruptor de circuito de vacío puede ser diseñado específicamente para funcionar eficazmente a temperaturas bajas que van desde -30°C hasta -50°C. La foto adjunta muestra un ICV de 36 kV situado dentro de una cámara de prueba para realizar pruebas tanto de bajas como de altas temperaturas.