Una subestación eléctrica es un componente crítico del sistema de transmisión y distribución de energía. Su función principal es recibir electricidad de las líneas de transmisión de alta tensión y entregarla a tensiones más bajas adecuadas para los usuarios finales, como hogares, negocios y otros consumidores. El funcionamiento de una subestación se puede resumir de la siguiente manera:
Transformador reductor: La electricidad generada en las centrales eléctricas se transmite a largas distancias a altas tensiones para reducir las pérdidas de energía. Al llegar a la subestación, pasa por un transformador reductor, que reduce la tensión a un nivel apropiado para la distribución local.
Interruptores y maniobradores (Switchgear): La electricidad transformada luego entra en el interruptor y maniobrador, un sistema que comprende interruptores, cortacircuitos y dispositivos protectores. Los interruptores y maniobradores permiten a los operadores controlar el flujo de energía e aislar secciones específicas para mantenimiento o durante fallos.
Barras colectoras (Busbars): Dentro de la subestación, las barras colectoras, que son barras conductoras hechas de cobre o aluminio, distribuyen la electricidad a diversos circuitos salientes y diferentes secciones de la subestación.
Líneas de distribución: Después de la reducción de tensión y el enrutamiento a través de los interruptores y maniobradores, la electricidad sale de la subestación a través de las líneas de distribución. Estas líneas transportan la energía a áreas residenciales y comerciales, donde se entrega a los consumidores individuales.

Monitoreo y control: Las subestaciones modernas están equipadas con sistemas avanzados de monitoreo y control que aseguran un funcionamiento confiable y eficiente. Estos sistemas rastrean continuamente parámetros como tensión, corriente y temperatura, y pueden detectar y responder automáticamente a anomalías o fallos.
Sistemas de protección: Las subestaciones incorporan sistemas de protección, incluyendo relés, fusibles y cortacircuitos, para proteger equipos y personal. Estos sistemas detectan sobrecargas o fallos y desconectan rápidamente los componentes afectados para prevenir daños y mantener la seguridad general del sistema.
En resumen, una subestación eléctrica sirve como una interfaz vital entre las redes de transmisión de alta tensión y los sistemas de distribución de baja tensión, asegurando la entrega segura, estable y confiable de energía eléctrica a los consumidores.