
Las pruebas de temporización tienen como objetivo determinar las duraciones para operaciones como la apertura (interrupción), cierre, cierre-apertura y recierre. Estas mediciones de tiempo son cruciales para garantizar el funcionamiento seguro y confiable de los interruptores, siendo un resultado clave del diseño adecuado de los interruptores.
Los tiempos de contacto principal se verifican después de la producción, durante la puesta en marcha y mientras el interruptor está en servicio como parte del mantenimiento periódico. Para realizar estas pruebas, es necesario conectar dispositivos de prueba de temporización a ambos bobinas y contactos principales del interruptor.
Los estándares de la industria definen el tiempo de operación como el intervalo desde el momento en que la bobina se energiza hasta que los contactos principales se abren o cierran. Un dispositivo de prueba de temporización típico aplica un voltaje a las bobinas y utiliza un reloj interno para medir el tiempo transcurrido hasta que cambia el estado de los contactos principales. Generalmente, se emplean dos métodos principales para detectar este cambio de estado:
Sin embargo, estos dos métodos no son aplicables cuando ambos lados del interruptor están conectados a tierra, ya que el cambio de señal se vuelve indetectable en tales casos.
Existen métodos de prueba alternativos:
La foto adjunta muestra una conexión de prueba de temporización a equipos de conmutación (a la izquierda) y curvas de tiempo (a la derecha).