I. Puntos Clave para el Mantenimiento Diario
Inspección Visual
La inspección visual es el primer paso durante las patrullas de rutina. Examine cuidadosamente la carcasa del transformador en busca de daños o deformaciones. El daño en la carcasa no solo compromete el rendimiento protector del transformador, sino que también puede exponer los componentes eléctricos internos, aumentando los riesgos de seguridad. Además, verifique la acumulación de polvo, manchas de aceite u otros contaminantes en la superficie del transformador. El polvo excesivo puede afectar la disipación de calor, mientras que las manchas de aceite pueden indicar fugas internas u otros fallos. Asegúrese también de que la placa de identificación esté clara y legible, ya que la información en ella es esencial para comprender las especificaciones y los requisitos operativos del transformador.
2. Monitoreo de Temperatura
La temperatura es un indicador crítico de la condición operativa de un transformador seco. Monitoree de cerca los cambios de temperatura utilizando sensores de temperatura instalados o termómetros para el seguimiento en tiempo real. Durante la operación normal, la temperatura del transformador debe permanecer dentro de los límites especificados. Las temperaturas excesivamente altas pueden resultar de sobrecarga, mala disipación de calor o fallos internos como cortocircuitos. Si se detecta un aumento anormal de la temperatura, deben tomarse medidas inmediatas, como reducir la carga o inspeccionar el sistema de refrigeración, para evitar daños en el aislamiento de los devanados y prolongar la vida útil del transformador.

3. Limpieza
La limpieza regular del transformador seco es una tarea de mantenimiento crucial. Utilice un paño limpio o herramientas de limpieza especializadas para limpiar suavemente la superficie del transformador y los disipadores de calor, eliminando el polvo y los residuos acumulados. Preste especial atención a las ventilaciones y otras aberturas para asegurar que permanezcan desobstruidas, manteniendo una ventilación y disipación de calor efectivas. Durante la limpieza, evite usar paños húmedos o herramientas que contengan humedad para prevenir la entrada de agua, lo que podría provocar fallos eléctricos.
II. Puntos Clave para el Mantenimiento Periódico
1. Pruebas de Resistencia al Aislamiento
Las pruebas periódicas de resistencia al aislamiento son un método vital para evaluar el rendimiento del aislamiento de un transformador seco. Use un tester de resistencia al aislamiento para medir la resistencia entre el devanado de alta tensión, el devanado de baja tensión y entre los devanados y la carcasa. Los valores medidos deben cumplir con las normas relevantes. Una resistencia al aislamiento baja puede indicar la entrada de humedad, envejecimiento o daños físicos en el aislamiento, requiriendo una investigación adicional y acciones correctivas como secado o reemplazo de materiales de aislamiento.
2. Ajuste de Componentes de Conexión
Debido a la operación prolongada y la vibración, los componentes de conexión del transformador pueden aflojarse. Por lo tanto, es esencial inspeccionar y ajustar periódicamente tornillos, tuercas y otros componentes de conexión. Las conexiones flojas aumentan la resistencia de contacto, lo que puede llevar a sobrecalentamiento y, en casos graves, a riesgos de incendio. Al ajustar las conexiones, siga los valores de par especificados para evitar dañar los componentes con fuerza excesiva.
3. Inspección de Dispositivos de Protección
Los transformadores secos suelen estar equipados con diversos dispositivos de protección, incluyendo sobrecorriente, sobretensión y protección térmica. Verifique regularmente el estado operativo de estos dispositivos para asegurarse de que funcionen con precisión y confiabilidad. Pruebe su respuesta simulando fallos para verificar que puedan activarse y desconectar el circuito de manera oportuna. Si se detecta algún dispositivo de protección defectuoso, repárelo o reemplácelo inmediatamente para garantizar que el transformador esté efectivamente protegido durante condiciones anormales.

III. Puntos Clave para la Reparación y Reacondicionamiento
1. Diagnóstico de Fallos
El diagnóstico preciso de fallos es crucial cuando un transformador seco falla. Comience observando síntomas como ruidos inusuales, olores o humo, y combine estas observaciones con datos operativos y de monitoreo de rutina para una evaluación inicial. Utilice equipos de diagnóstico profesionales, como multímetros y osciloscopios, para medir y analizar parámetros eléctricos, localizando aún más la ubicación y causa del fallo. Por ejemplo, si las mediciones de resistencia muestran valores anormales en un devanado de fase, puede indicar un cortocircuito o un circuito abierto en ese devanado.
2. Reparación de Devanados
Los devanados son los componentes centrales de un transformador seco, y su reparación requiere especial cuidado. Si se detecta un cortocircuito, localice el punto de fallo y repárelo. Los cortocircuitos menores se pueden solucionar utilizando métodos de reparación de aislamiento; sin embargo, los casos graves pueden requerir el reemplazo completo del devanado. Durante la reparación, mantenga la integridad del aislamiento del devanado y evite dañar la capa de aislamiento durante el manejo.
3. Reparación del Núcleo
Los fallos en el núcleo también pueden afectar la operación normal de un transformador seco. Inspeccione el núcleo en busca de holgura, deformación o cortocircuitos. Los cortocircuitos en el núcleo pueden causar un calentamiento severo e incrementar las pérdidas del transformador. Para los cortocircuitos en el núcleo, identifique la ubicación del fallo y abórdelo, por ejemplo, removiendo contaminantes o reparando el aislamiento en el área cortocircuitada.
El mantenimiento, reparación y reacondicionamiento de transformadores secos son tareas sistemáticas y meticulosas. Solo al adherirse estrictamente a las normas y requisitos relevantes, y al realizar diligentemente el mantenimiento diario, las inspecciones periódicas y las reparaciones oportunas, se pueden identificar y resolver los problemas potenciales de manera rápida. Esto asegura la operación segura y estable de los transformadores secos, proporcionando un soporte confiable para el suministro de energía dependiente de los sistemas eléctricos.