Diferencia de resistencia humana
Condición de la piel
La piel es una parte importante de la resistencia eléctrica del cuerpo. Cuando la piel está seca, la resistencia es relativamente grande; cuando la piel está húmeda, la resistencia disminuye significativamente. Por ejemplo, en el caso de sudoración profusa o manchas de agua en la superficie de la piel (como manos recién lavadas que no se han secado), la resistencia humana puede reducirse de miles de ohms cuando está seca a cientos de ohms o incluso menos. Esto se debe a que la humedad disuelve los electrolitos en la superficie de la piel, creando vías conductoras que permiten que la electricidad pase a través del cuerpo con mayor facilidad, aumentando la probabilidad de sufrir una descarga eléctrica.
Espesor e integridad de la piel
Las personas con piel más fina tienen más probabilidades de sufrir una descarga eléctrica. Por ejemplo, los niños tienen la piel más fina que los adultos y su resistencia de la piel es relativamente baja. Además, si la piel está dañada (como cortes, moretones, etc.), la corriente entrará al cuerpo a través de la herida con mayor facilidad, ya que la resistencia de la zona dañada es mucho menor que la de la piel intacta. La herida puede exponer directamente el tejido subcutáneo y la sangre, que conducen la electricidad mejor que la piel y proporcionan un camino más fácil para la corriente.
Factores fisiológicos internos del cuerpo
Contenido de agua en el cuerpo
El contenido de agua en diferentes tejidos del cuerpo humano es diferente, y los tejidos con alto contenido de agua tienen mejor conductividad eléctrica. Por ejemplo, el tejido muscular tiene un alto contenido de agua, mientras que el tejido adiposo tiene un contenido de agua relativamente bajo. Las personas con una proporción más alta de músculos en el cuerpo pueden tener una conductividad eléctrica general relativamente buena y son más propensas a que la corriente eléctrica pase a través del cuerpo al estar expuestas a la misma tensión. Además, el contenido de agua del cuerpo también puede verse afectado por la edad, las condiciones de salud y otros factores.
El contenido de agua en el cuerpo de los ancianos es menor que el de los jóvenes, y el riesgo de electrocución se reducirá en cierta medida, pero debido al efecto combinado de otros factores (como piel seca, reacción lenta, etc.), aún existe el riesgo de electrocución.
Equilibrio de electrolitos
Los electrolitos en los fluidos corporales (como sodio, potasio, cloro plasmático) tienen un efecto importante en la conducción de la corriente. Si el equilibrio de electrolitos en el cuerpo está desequilibrado, por ejemplo, bajo ciertas enfermedades (como la excreción anormal de electrolitos debido a enfermedades renales) o condiciones fisiológicas especiales (como la pérdida de electrolitos debido a la sudoración excesiva después de un ejercicio intenso), la conductividad eléctrica del cuerpo puede cambiar. Los cambios en las concentraciones de electrolitos pueden afectar la excitabilidad de las células nerviosas y musculares, lo que a su vez afecta la sensibilidad del cuerpo a las corrientes eléctricas, haciendo una diferencia en los riesgos y consecuencias de la electrocución.
Factor ambiental
Condición del suelo
El riesgo de electrocución aumenta considerablemente si una persona está de pie sobre un suelo húmedo, como un piso con manchas de agua, tierra húmeda o suelo metálico. El suelo húmedo puede considerarse un conductor, y cuando el cuerpo toca un objeto cargado, la corriente fluye a través del cuerpo hacia el suelo formando un circuito. Al estar de pie sobre un piso húmedo, el cuerpo está conectado a un camino de tierra mejor que al estar de pie sobre un piso de madera seco o un tapete de goma aislante, lo que hace que la electrocución sea más probable.
Campos eléctricos y magnéticos circundantes
En algunos entornos con fuertes campos eléctricos o magnéticos, como cerca de una subestación de alta tensión o alrededor de un gran motor eléctrico, el cuerpo humano puede inducirse a cargar. Cuando el cuerpo humano se induce a cargar, si entra en contacto con otros objetos a tierra u objetos de bajo potencial, puede ocurrir una descarga eléctrica. Por ejemplo, en una subestación de alta tensión, debido al fuerte campo eléctrico, el cuerpo humano puede percibir una carga, en este momento, si accidentalmente toca la estructura metálica a tierra en la estación, habrá corriente a través del cuerpo hacia la tierra, causando una descarga eléctrica. En este caso, las personas que trabajan u operan en un entorno con fuertes campos eléctricos o magnéticos tienen más probabilidades de sufrir una descarga eléctrica que las personas en entornos normales.
Hábitos de trabajo y vida
Contacto ocupacional
Las personas en ciertas ocupaciones tienen un mayor acceso a equipos eléctricos, lo que aumenta el riesgo de descargas eléctricas. Por ejemplo, los electricistas a menudo necesitan instalar, revisar y mantener líneas eléctricas, y tienen más oportunidades de contactar con cuerpos vivos; también hay trabajadores que laboran en talleres de fabricación de equipos electrónicos, quienes también tienen frecuentes contactos con componentes y circuitos eléctricos durante la operación. Si estos personal no cumplen estrictamente con los procedimientos de operación segura en el trabajo, como el uso correcto de herramientas aislantes, no usar equipo de protección, es fácil que ocurran accidentes de descarga eléctrica.
Hábitos de uso de electrodomésticos
En la vida diaria, algunos malos hábitos de electricidad aumentarán la posibilidad de descargas eléctricas. Por ejemplo, usar las manos húmedas para enchufar o desenchufar electrodomésticos, esta situación reducirá la resistencia de aislamiento entre el cuerpo humano y los electrodomésticos, facilitando que la corriente pase a través del cuerpo; también hay el exceso de tirar del cable al usar electrodomésticos, lo que puede causar que la capa de aislamiento del cable se dañe, exponiendo así el cable vivo interno y aumentando el riesgo de descarga eléctrica.