El inversor de fuente de voltaje (VSI) y el inversor de fuente de corriente (CSI) representan dos categorías distintas de inversores, ambos diseñados para convertir la corriente directa (DC) en corriente alterna (AC). A pesar de su propósito compartido, exhiben notables diferencias operativas y se adaptan a requisitos de aplicación distintos.
La electrónica de potencia se centra en el estudio e implementación de diversos convertidores de potencia—dispositivos o circuitos electrónicos que transforman una forma de energía eléctrica en otra adecuada para una carga específica. Estos convertidores se clasifican en múltiples tipos, incluyendo AC-a-AC, AC-a-DC, DC-a-AC y DC-a-DC, cada uno adaptado a diferentes necesidades de conversión de energía.
Un inversor es un convertidor de potencia especializado diseñado para transformar la corriente directa (DC) en corriente alterna (AC). La entrada de DC presenta un voltaje constante y fijo, mientras que la salida de AC puede tener su amplitud y frecuencia adaptadas a requisitos específicos. Esta versatilidad hace que los inversores sean indispensables para generar energía de respaldo desde baterías, facilitar la transmisión de corriente directa de alta tensión (HVDC) y permitir las unidades de velocidad variable (VFDs) que ajustan la velocidad de los motores controlando la frecuencia de salida.
Un inversor sirve únicamente para convertir la energía eléctrica de una forma a otra, sin generar energía de manera independiente. Generalmente consiste en transistores como MOSFETs o IGBTs para facilitar esta conversión.
Existen dos tipos principales de inversores: inversores de fuente de voltaje (VSIs) e inversores de fuente de corriente (CSIs), cada uno con ventajas y limitaciones distintas.
Inversor de Fuente de Voltaje (VSI)
Un VSI está diseñado de tal manera que su voltaje DC de entrada permanece constante, no afectado por variaciones de carga. Mientras que la corriente de entrada fluctúa en respuesta a la carga, la fuente de DC presenta impedancia interna despreciable. Esta característica hace que los VSIs sean adecuados para cargas puramente resistentes o ligeramente inductivas, incluyendo sistemas de iluminación, motores AC y calentadores.
Un gran capacitor se conecta en paralelo con la fuente de DC de entrada para mantener un voltaje constante, asegurando una variación mínima incluso cuando la corriente de DC de entrada se adapta a los cambios de carga. Los VSIs generalmente utilizan MOSFETs o IGBTs emparejados con diodos de realimentación (diodos de rueda libre), que son esenciales para gestionar el flujo de potencia reactiva en circuitos inductivos.
Inversor de Fuente de Corriente (CSI)
En un CSI, la corriente de DC de entrada permanece constante (denominada corriente de enlace DC), mientras que el voltaje fluctúa con los cambios de carga. La fuente de DC presenta una impedancia interna alta, lo que hace que los CSIs sean ideales para cargas altamente inductivas como motores de inducción. En comparación con los VSIs, los CSIs ofrecen una mayor resistencia a sobrecargas y cortocircuitos, una ventaja operativa clave en configuraciones industriales robustas.
Un gran inductor se conecta en serie con la fuente de DC para establecer una fuente de corriente constante, ya que el inductor resiste inherentemente los cambios en el flujo de corriente. Este diseño asegura que en un CSI, la corriente de entrada permanezca estable mientras el voltaje se adapta a los cambios de carga.
Los CSIs generalmente emplean tiristores en su configuración y no requieren diodos de rueda libre, distinguiéndolos de los VSIs tanto en el diseño de componentes como en la mecánica operativa.
Principales Diferencias Entre Inversor de Fuente de Voltaje e Inversor de Fuente de Corriente
La tabla a continuación resume las comparaciones clave entre VSIs y CSIs: