1. ¿Qué es un dispositivo de protección contra sobretensiones (SPD) trifásico?
Un dispositivo de protección contra sobretensiones (SPD) trifásico, también conocido como pararrayos trifásico, está diseñado específicamente para sistemas de energía eléctrica trifásica. Su función principal es limitar las sobretensiones transitorias causadas por rayos o operaciones de conmutación en la red eléctrica, protegiendo así el equipo eléctrico aguas abajo del daño. El SPD opera basándose en la absorción y disipación de energía: cuando ocurre un evento de sobretensión, el dispositivo responde rápidamente, limitando la tensión excesiva a un nivel seguro y desviando la energía sobrante de manera segura a tierra a través del sistema de puesta a tierra.
2. Tipos de dispositivos de protección contra sobretensiones trifásicos
Los SPDs trifásicos se pueden clasificar ampliamente en los siguientes tipos según sus principios de funcionamiento y estructuras internas:
Tipo MOV (Varistor de óxido metálico): Utiliza las características no lineales de voltaje-corriente de los varistores de óxido metálico. Bajo condiciones de voltaje normal, el MOV presenta una resistencia muy alta y casi no conduce corriente. Cuando el voltaje supera un umbral, su resistencia disminuye bruscamente, permitiéndole conducir y desviar las corrientes de sobretensión.
Tipo GDT (Tubo de descarga de gas): Contiene gas inerte a baja presión. Normalmente no conductivo, el gas se ioniza y forma un camino conductor una vez que el voltaje alcanza el nivel de ruptura, permitiendo una rápida descarga de la energía de sobretensión.
SPDs híbridos: Combinan múltiples componentes de protección, como MOVs y GDTs, para lograr una cobertura de protección más amplia y tiempos de respuesta más rápidos.
3. Métodos de cableado para SPDs trifásicos
Un cableado adecuado es esencial para el funcionamiento efectivo de un SPD trifásico. Los pasos clave y precauciones incluyen:
Ubicación de instalación: El SPD debe instalarse en el extremo frontal del equipo que protege, lo más cerca posible del punto de entrada principal de la energía, para minimizar los efectos de las sobretensiones inducidas en las líneas de conexión.
Interruptor automático o fusible: Debe instalarse un interruptor automático o fusible debidamente calificado aguas arriba del SPD para desconectar rápidamente el circuito en caso de fallo del SPD, evitando peligros secundarios como incendios.
Secuencia de cableado: Un SPD trifásico típico tiene cinco terminales: L1, L2, L3 (conductores de fase), N (neutro) y PE (tierra de protección). Después de asegurarse de que la energía esté desconectada, conecte los cables en el orden de L1–L2–L3–N–PE. El terminal PE debe estar conectado directamente a un sistema de puesta a tierra confiable para garantizar una puesta a tierra efectiva.
Dimensionamiento de los conductores: La sección transversal de los cables de conexión debe coincidir con la calificación de corriente de descarga máxima del SPD para evitar sobrecalentamiento o incluso incendios debido a conductores de tamaño insuficiente.
Etiquetado claro: Después de la instalación, etiquete claramente todos los cables para facilitar el mantenimiento y la solución de problemas futuros.
4. Mantenimiento y prueba rutinaria de SPDs trifásicos
Inspección visual regular: Realice al menos una inspección anual para verificar daños físicos, marcas de quemaduras o conexiones sueltas.
Pruebas de rendimiento: Use instrumentos especializados para medir periódicamente la corriente de fuga y el voltaje residual para verificar que el SPD aún cumpla con los estándares de protección requeridos.
Política de reemplazo: Los SPDs son componentes consumibles. Si se detecta una degradación del rendimiento o si el dispositivo ha absorbido múltiples eventos de sobretensión, debe reemplazarse de inmediato para evitar convertirse en un peligro de seguridad debido a un fallo.
Como componente crítico de la protección contra rayos en los sistemas de energía, la selección correcta, la instalación precisa y el mantenimiento regular de los dispositivos de protección contra sobretensiones trifásicos son vitales para mejorar la resiliencia general de la red eléctrica frente a las amenazas de rayos.