Diferencias entre las plantas de energía fotovoltaica (PV) centralizadas y distribuidas
Una planta de energía fotovoltaica (PV) distribuida se refiere a un sistema de generación de energía que consta de múltiples instalaciones PV de pequeña escala desplegadas en diversas ubicaciones. En comparación con las plantas PV centralizadas de gran escala tradicionales, los sistemas PV distribuidos ofrecen las siguientes ventajas:
Diseño flexible: Los sistemas PV distribuidos pueden instalarse de manera flexible según las condiciones geográficas locales y la demanda de electricidad—en espacios diversos como techos, estacionamientos, sitios industriales y más.
Conexión fácil a la red: Dado que los sistemas PV distribuidos suelen estar ubicados cerca de las cargas eléctricas, minimizan la distancia de transmisión, reduciendo las pérdidas de energía y el costo de construir infraestructuras de transmisión a larga distancia, mejorando así la eficiencia energética general.
Capacidad de suministro local: Estos sistemas pueden suministrar electricidad directamente a los usuarios cercanos, reduciendo la dependencia de la red principal y mejorando la confiabilidad del suministro local.
Estabilidad y confiabilidad del sistema: Compuesto por múltiples unidades independientes de pequeña escala, un sistema PV distribuido asegura que la falla de una unidad no afecte significativamente al sistema entero—mejorando la resiliencia y estabilidad operativa general.
Uso de energía renovable: La energía solar se aprovecha a través de la tecnología fotovoltaica, convirtiéndola en una fuente de energía limpia y ecológica que reduce la dependencia de los combustibles fósiles.
Apoyo a la transición energética: La adopción generalizada de sistemas PV distribuidos acelera la transformación de la matriz energética, disminuye la dependencia de fuentes de energía convencionales y contribuye al desarrollo sostenible.

En contraste, las plantas de energía fotovoltaica centralizadas son instalaciones de gran escala construidas en áreas remotas de alta irradiación solar (por ejemplo, desiertos), donde la electricidad se genera en grandes cantidades y se transmite a larga distancia a los centros de carga a través de líneas de transmisión de alto voltaje. Aunque son eficientes en escala, implican mayores pérdidas de transmisión, mayor inversión en infraestructura y menos flexibilidad en la ubicación e integración con los usuarios finales.